Los chicos de la categoría C-15 de La Socie de Munro, se quedaron con el título y el bicampeonato en esta Elite 2. Campeones invictos y un hambre de gloria inmejorable. “La clave fue el amor a la camiseta”.
Me gusta contar la historia por donde tiene más peso. Y cuando hablamos con sus profes y relatan la hazaña, resaltan la pasión que le pusieron para jugar. Son pibes del club, chicos criados desde sus inicios con estos colores. Criados y enseñados con la mística campeona que la Socie sabe sacar a relucir. Pibes que se conocen desde el baby fútbol y que comparten un largo trayecto juntos, lo que hace que además de compañeros de equipo, sean amigos y cuando se juega entre amigos, nada puede salir mal. Amigos que son para toda la vida, en lo cotidiano y en el recuerdo imborrable para siempre.
Charlamos con Gonzalo Mascotena y Alejo Geremia, estos jóvenes DT que supieron inculcar y transmitir el juego, pero además compañerismo. “El equipo se desarrolló con mucha tranquilidad de principio a fin, sin ninguna duda de lo que querían volver a lograr. Todos unidos, siendo compañeros y todos tirando para el mismo lado”
«La clave fue el amor a la camiseta. Muchos de estos chicos, para no decir la mayoría, juegan al baby en el club desde los 3 años y eso ya es un significado de pertenencia al máximo. También los compañeros que son entre ellos. Siempre alentando el uno al otro. Y también los padres y nuestra gente que en ningún partido nos dejó a gamba. Siempre estuvieron ahí haciéndonos el aguante y acompañando a cada cancha que fuéramos”
“En lo personal ya sentíamos que estos chicos iban a lograrlo. Los dirigimos desde el baby, desde los 7- 8 años y con la mayoría de estos jugadores logramos 2 campeonatos más. ¿Qué más satisfacción se puede llegar a sentir? El año pasado nos dieron la posibilidad de volver a estar con ellos y no lo dudamos un segundo. Campeonamos y ahora bicampeonamos otra vez! Y en lo grupal, decir que nacieron para salir campeones. Tienen un hambre de victoria que ninguno otro equipo tiene, y así quedó demostrado. No perdieron ningún partido en todo el año, y eso hoy en día es muy difícil” Así nos cuentan cómo lo vivieron a nivel personal y grupal.
Para cerrar, y no menor dato. Cuando un vínculo se refuerza día tras día y se genera y se desarrolla un feedback, nace lo emotivo, lo que traspasa cualquier resultado. Y nada más lindo para un profe que además de llevarse la satisfacción de obtener un campeonato, deje una huella en sus jugadores. “ El cariño que nos tenemos es mutuo, a tal punto que termina un partido y nos tratamos como un amigo más. Es difícil encontrar la unión que tenemos nosotros. Felices de haber conseguido esto, ahora solo queda esperar la copa de campeones que sin lugar a dudas vamos a darlo todo para conseguirlo”
¡Felicidades, Bicampeón!