Le ganó 4-1 a Gral. Guido en una Finalísima a puro color y calor y se consagró Campeón en esta fase inicial de la Elite 2.
Una final con una Catedral a puro ritmo donde las tribunas se hicieron notar y conmemorando el día de la bandera, los trapos de ambos equipos vistieron el estadio, aportando color y calor a la tarde invernal.
Siempre se dice que las finales son partidos aparte, diferentes donde en la psiquis humana se bloquea algo y se despierta otra cosa. O como decía mi abuelo “las finales hay que jugarlas de igual a igual no importa quién llegue y cómo” Porque un resultado puede cambiar en segundos, de la risa al llanto y bajarte del podio así sin más.
Ambos equipos líderes de sus zonas respectivamente, se veían las caras nuevamente (el último cruce fue empate 1-1) esta vez en una tan ansiada final. En un partido donde las emociones también juegan un partido paralelo. Mezcla de deseos personales y grupales, los propios con el apoyo de las familias en la tribuna y desde casa mirando la tele, el deseo de ganar como meta personal, pero priorizando siempre lo grupal. Y ahí entran las palabras del Dt. el que brinda su apoyo incondicional a sus jugadores y el que semana tras semana les deja su legado del bien, para que la semilla de este buen juego germine y perdure en el tiempo.
El desarrollo del primer tiempo fue parejo en los primeros minutos, con llegadas de ambos equipos. Flecha con las jugadas más claras, una de Pisani en el palo, otra de Figueredo rozando el palo izquierdo y otra de Chaparro casi sobre la línea final. Con un Guido apareciendo en jugadas asociadas entre Soria e Illya que pudieron haber abierto el marcador, primero la de Soria pasando cerquita del travesaño y la otra en el área, donde no llegó a definir. El resultado perduró en cero y ambos equipos se fueron al descanso con sed de gol.
En el complemento a Flecha se le dio todo: los goles, el juego colectivo, la habilidad individual y la humildad para definir un campeonato. El primero gol llegó de la mano de Franco Figueredo a los 7´ con un Flecha que siguió presionando bien alto y llegando con jugadas claras. Guido sintió esa presión y no pudo revertirla. Y en una ráfaga de habilidad, lujo y asociación entre Daniel Pisani y Tomás Almada, estos irrespetuosos de buen pié, se hicieron cargo del partido y dueños del tanteador, Almada, marcando su Hat-Trick y convirtiéndose en el goleador de la noche. Poniendo a Flecha 4-0 y sellando casi el resultado final. Segundos finales, de la mano de Jonathan Leichner que encontró un rebote, puso el descuento para Guido en un 4-1 final.
La Felicidad sólo es real cuando es compartida, una frase que atesoro y que grafica grandes momentos. Familias, chicos, jugadores todos celebrando este merecido triunfo de un equipo que llegaba como favorito pero que además de eso, lo acompañó un plantel que supo estar a la altura. De padres que se acercan a decir con orgullo “yo soy el padre del 10, de Matías” y de los que felizmente seguro lo vieron desde casa. De San Andrés, del barrio de Flecha, el barrio de sus amores. Del Azul y Rojo que esta tarde noche se quedó con el grito de Campeón. Felicidades!